PAT METHENY

Sí, ya sé que empezó su carrera tiempo después del lapso temporal que se ha marcado este blog como límite. Ya sé que su nombre levanta ampollas entre puristas y snobetes. Pero también sé que este blog es mi terreno y considero que en la actualidad sólo hay un par de nombres que puedan con total propiedad ser llamados "clásicos" : él y Keith Jarrett. Ahora mismo escucho Metheny/Mehldau (2006) y recuerdo la gira en la que los ví, en la abarrotada Plaza de la Trinidad donostiarra. Creo que era el concierto que cerraba el festival, o en cualquier caso a mí me saturó tanto de belleza que no pude aguantar al segundo bis y me tuve que ir antes, víctima clara del "síndrome de Stendhal".

Jarrett y Metheny son populares y mueven masas (dentro de un orden, no hablamos de Springsteen), y ese es su defecto para los critiquillos de siempre. Como si el Jazz no hubiera sido tremendamente popular antes del advenimiento del R&B y Soul. Son dos términos que se contraponen siempre, éxito y calidad. Y se siguen contraponiendo casi 50 años depués de que los Beatles nos enseñaron de que eran compatibles.

Que la mayoría de la morralla comercial es basura, es un hecho constatable. Pero que a lo mejor 2 personas de la cafetería que frecuento, que en su vida han oído hablar de Wynton Kelly, conozcan a Pat Metheny, eso es bueno para el Jazz. Toda música, y más si es minoritaria, necesita iconos, faros en la oscuridad, y quién sabe si ese veinteañero a quien le grabas un accesible disco de Metheny casi como curiosidad no es un reputado crítico de Jazz dentro de otros 20 años.

Sé que aún me falta algún disco de Metheny, y evidentemente tiene sus altibajos. Donde más brilla es en sus dicos en dúo o trío, mientras que en ocasiones su Pat Metheny Group se aleja demasiado del Jazz y se acerca a territorios casi New Age. Pero lo que nadie puede negar es que no se acomoda en su status de gran figura, que asume riesgos (como sus discos con Ornette Coleman o Jim Hall) y que casi siempre es un gran creador de BELLEZA, sea en el formato que sea. Y que sus horrendas camisetas de rayas son ya un icono del Jazz, jajaja.

Por mucho que se empeñen aquellos a quienes más gusta un disco cuanto menos venda, el presente ya ha situado a Pat donde se merece, y el futuro también lo hará, ocupará un lugar de honor en el Jazz de los '70 en adelante. Hay músicos nacidos para ser flor de un día, y otros para perdurar. 35 años en la cumbre no pueden ser fruto de la casualidad.

Asociación de ideas : mientras escuchaba el disco con Mehldau he recordado ese enorme "Beyond the Missouri Sky" con Charlie Haden, un disco que tengo en la pilita de 50 -o así- imprescindibles, y de Haden me he ido a "Jasmine", su escalofriante duo con Keith Jarrett, que escucho ahora mismo.. Sí, definitivamente Keith aparecerá algún día por aquí.

NO SE OLVIDEN DE BUSCAR LA BELLEZA, EL MUNDO PUEDE SER UN LUGAR HORRIBLE, PERO TAMBIÉN ESTÁ PLAGADO DE ELLA.