Cronología de Count Basie (III)

 - 1937 : Recapitulando, hemos dejado a un Count pletórico, con la entrada en la orquesta de Lester Young en 1936 (aunque tuvo alguna "aventurilla" con otras orquestas) y de Billie Holiday a finales de año, pese a que sólo estuvo un año y no grabó nada por tener contrato con otra discográfica y preferir los pequeños combos.

Y siguiendo en 1937, la banda había realizado, antes de la entrada de Billie, sus primeras grabaciones oficiales, con el animal de Jimmy Rushing a la voz. Y hacia el verano grabaron el inmortal One o'clock Jump (Y me había olvidado de algo que es anecdótico si quereis : el 8 de octubre de 1936, de 10 a 11 de la mañana, debutaron discográficamente Count, Lester y demás, con 2 temas que grabaron colándose literalmente en el estudio, y que al final fueron a parar a Vocalion, sub-sello de Columbia)

Aunque el manager de la orquesta desde 1935 hasta la 2º guerra mundial fue Willard Alexander, el productor y caza-talentos desde que descubrió a la orquesta en 1935 fue john Hammond así que:

-1938 : FROM SPIRITUALS TO SWING, el macro-concierto que cambió muchas cosas e indujo, al menos a cierto sector del público blanco, a respetar la música de los negros como se merecía. Por supuesto, la orquesta de Basie fue una de las destacadas
       Este mismo año se produce el abandono de Lady Day, al cual se atribuyen un montón de causas, pero parece cierto que es el propio Basie quien "la invita a irse". La sustituta fue durante 3 años Helen Humes, más adaptable el feeling blusero de la banda...pero Billie es insustituible.

Count no tuvo la suerte (o la capacidad) de mantener una orquesta unida con miembros que permanecieran durante décadas, cosa que sí hizo Ellington. Por el contrario, la lista de nombres que pasaron por su orquesta es más larga que "Archipielago Gulag".

-1939 : Fallece Herschel Evans de un ataque al corazón

-1940 : a finales de año abandona Prez,  y otros miembros destacados de la orquesta van abandonando poco a poco.

Y aquí damos por finiquitado el período mágico de la orquesta del Conde, al que aún dedicaremos un cuarto capítulo, pero nunca nada fue igual (ni parecido)