jueves, 2 de febrero de 2012

¿Criticar o no criticar?

Esa es la cuestión. La palabra crítica ya tiene en sí un valor peyorativo, por lo cual me niego a emplearla, prefiriendo en su lugar los términos "reseña" u "opinión", de lo cual probablemente os habeis dado cuenta si habeis echado un vistazo a cualquiera de mis otros 2 Blog. En éste no sé si me hado tiempo a hacer una reseña, es tan jovencito...Otros términos válidos serían comentario, artículo ó crónica.

Pero no he abierto esta columna para discutir sobre el indiscriminado uso de la palabra "crítica" en la música y en la mayoría de artes, sino sobre el valor o ausencia de él en la crónica de un disco : ¿es útil y necesaria, o es inutil y contraproducente?

Dando por supuesto que en el anticuado mundo jazzsistico en que se mueve este cuaderno no va a haber críticas "compradas" en revistas, e-zines, páginas web o blogs, porque estamos en el underground del underground, consideremos entonces el valor de una reseña :

1) La objetividad no existe, esto es arte, no ciencia. Por tanto hay que considerar cada comentario con distanciamiento. Hay un montón de factores a considerar acerca del articulista, desde su pasado musical hasta con qué pié se habrá levantado hoy, pasando por su dominio del lenguaje.

2) Si decidimos que en nuestro medio de expresión existan las reseñas (en los míos existen) debemos intentar acercarnos a esa objetividad que no existe. Sujetividad objetiva es un oxímoron, pero es algo a lo que debemos tender, por respeto a nuestros posibles lectores.

3) El necesario respeto al lector : por mucho entusiasmo que despierte en nosotros el disco "X", expresarlo con mesura puede ser un valor añadido para el lector. Pero si caemos en un unas loas y alabanzas excesivas, corremos el riesgo de a) que el lector se asuste ó b) que deje todo lo que tiene entre manos y corra a comprar el disco. Ninguna de las dos opciones son deseables.

4) Orientar es la palabra : creo que el deber del cronista es orientar al lector acerca del material que tiene entre manos, comparándolo con otros discos, descubriendo sus puntos flacos, situándolo en su lugar correspondiente dentro de la discografía del artista, contextualizándolo en la realidad social si procediere...

5) Método de trabajo: tanto si se trata de discos recien comprados como de material escuchado infinidad de veces, de cara a la columna débemos darle al menos dos escuchas, la segunda con papel y lápiz, para ir anotando sus puntos fuertes y débiles. Y ya estamos, ZAS!!. Nos vamos al Blog y con todas estas premisas (que yo también incumplo a veces) la crónica se escibe sola.

REFLEXIONES EN VOZ ALTA QUE ESPERO OS SEAN ÚTILES

2 comentarios:

  1. tomo nota tio!!, comparto muchos conceptos de los que expones en esta columna (necesaria, por cierto) pero me temo que soy un cronista bastante anárquico y asilvestrado, por ejemplo sé o debía de saber inconscientemente que es bueno tomar impresiones en una libretita mientras se oye el disco y antes de escribir algo medianamente serio o definitivo sobre la obra reseñada, pero no sé, esas cosas me cuestan bastante. En cualquier caso me parecen puntos bastante necesarios en esto que hacemos. Voy a leer lo de Eldridge, hasta ahora!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que pasa es que yo he hecho radio (libre, claro) durante muchos años, y esto es parecido. No es por presumir, pero en un conjunto de unos 30 programas (al menos 4 al día) el mío estaba el mejor -o uno de los mejores-, considerado, por los propios miembros de la radio. El único "truco" es el trabajo : 2 horas de programa me suponían 6 de trabajo previo; seleccion y ordenación de las canciones; documentación sobre los artistas; cálculo del material para que cuadrara en 2 horas, ni más ni menos...DIOS, COMO ECHO DE MENOS LA RADIO!!!
      Si tuviera los conocimientos informáticos suficientes, me lanzaba a la aventura de una radio por internet, es un proyecto a largo plazo que acabaré cumpliendo.

      Eliminar